Es fundamental reemplazar el filtro de aire del motor
cuando esté sucio o deteriorado, no es recomendable limpiarlo o dejarlo a pesar de no estar en buenas condiciones, si queremos prevenir un mayor consumo de combustible, prevenir la reducción de la potencia, y evitar un aumento en la contaminación y fallas potenciales en el motor: hay que utilizar filtros de aire ENGINEFIL
La periodicidad sugerida para el reemplazo puede variar, pero ESTUDIOS REALIZADOS POR NUESTROS INGENIEROS AUTOMOTRICES nos ayudaron a determinar que lo más recomendable es cambiarlo cada 12,500 kilómetros o cada 6 meses dependiendo del lugar/ambiente en donde circula el auto, como en ambientes con mucho polvo, arena o alta contaminación debe realizarse con mayor frecuencia.
¿Por qué es crucial sustituir el filtro de aire?
Protege el motor:
Impide que partículas de polvo y suciedad ingresen al motor y dañen sus componentes internos, evitando así desgastes prematuros y costosas reparaciones.
Optimiza el rendimiento:
Un filtro en buen estado garantiza que el motor reciba el flujo de aire necesario para una combustión eficiente, mejorando la respuesta y potencia del vehículo.
Economiza combustible:
Un filtro tapado reduce la entrada de aire, haciendo que el motor se esfuerce más y, como consecuencia, incrementa el consumo de combustible.
Disminuye las emisiones:
Una admisión de aire insuficiente provoca una combustión incompleta, elevando la liberación de gases nocivos al medio ambiente.
¿Cuándo reemplazar el filtro de aire?
Basado en el manual del fabricante:
Siga las instrucciones del fabricante para los plazos de cambio recomendados.
Condiciones de manejo:
Si transita a menudo por carreteras polvorientas, caminos sin asfaltar o áreas con alta concentración de partículas, el filtro requerirá cambios más frecuentes.
Revisión visual:
Un filtro en mal estado presentará una apariencia oscura, con acumulación evidente de residuos y suciedad.
Señales de un filtro contaminado:
- Disminución de la potencia y lentitud al responder al acelerador.
- Ruidos anormales en el motor.
- Incremento en el consumo de combustible.
- Elevación de las emisiones de escape.